Todo tiene un principio,eso es algo innegable, pero muchas veces hemos de preguntarnos el porque de un comienzo.
Parafraseando a Ortega y Gasset diré: "Yo soy yo y mis circunstancias".
Y como todo es hijo de su tiempo,es fácil buscar razones que justifiquen de algún modo muchas de las acciones que realizamos en nuestro día a día.
El amor o el desamor,la fidelidad de un amigo o la traición de éste,un nacimiento o una muerte son conceptos que a pesar de ser antagónicos pueden variar nuestro comportamiento de igual forma, pueden impulsarnos a hacer algo que simplemente antes no viésemos necesario.
O puede que todo sea fruto de la casualidad....
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Tu primera entrada se llama prácticamente igual que la mía.
ResponderEliminarTontázaro, esto no pinta mal del tó, a ver como le das vidilla :)